4/9/14

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Desnudándome a tientas navego por el escozor de mis heridas. Larga guerra. Curiosa calma que a ella, ahora, se aferra.
El frío susurra y congela mis huesos que hoy parecen cansados. Y me tapo con la oscuridad que hoy me llena. Y me ahogo entre las luces de una ciudad taimada.
Pesándome, el cuerpo bosteza y tardo cinco latidos enamorados. Morfeo, entonces, me besa.