7/10/12

Oxígeno

Necesito escribir, y no puedo.
Demasiadas palabras que se acumulan en mi cabeza. Muy poca inspiración para darles justicia.
Mi mente es un gran cúmulo de pensamientos  que acabará por expandirse en mi particular universo, esperando al Big Bang.
No encuentro el tan típico y usado cable rojo para cortar de raíz todos aquellos pensamientos gastados. ¿Y si no existe y la explosión es inminente?
Quiero gritar y solo sale un pequeño hilo de voz.
Quiero pegar y mis puños no alcanzan el objetivo.
Maniatada por mis propias experiencias.
Esperando una explosión inminente.
Un número de emergencia que espera ser marcado.
Vivo pero no puedo respirar.
El estrés me persigue, el nerviosismo me consume y el mono oxígeno se apodera de mis actos.
No puedo. No quiero. No sé.
Requiero ser rescatada.
Pero no se si quiero serlo.
Socorro, grito sin voz.
No vengas, escucho el eco de mis palabras.
Mis dedos escriben rápido en una habitación que no parece tener salida. 
Estoy metida en una cárcel libre.
Sentada esperando.
Pero, ¿esperando qué?
Con un rumbo marcado. Pero sin brújula para seguirlo.
Socorro repito maniatada en mi pequeño rincón.
Los pensamientos y la experiencia parecen no dejarme marchar.
Y ahí me quedo, dando bocanadas, intentando respirar el oxígeno que tanto ansío. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario