6/10/12

Volverá.

Y llegará el invierno...
Y volverá a presentarnos su gélida hostilidad.
Volverá la melancolía.
El crujido de las hojas secas.
La nariz roja.
El rastro de la lluvia en la zuela de tus zapatos.
El cabello refugiado en un gorro de lana.
El tiritar a causa de sacar tu cuerpo de la cama caliente y exponerte al frío de la mañana.
El café caliente en mi cafetería favorita del centro.
Volverán las luces de colores.
Las botas de agua.
Los guantes.
Las mantas.
El humito del chocolate.
Volverán los gélidos dedos.
Las caras de sueño.
La oscuridad en pleno día.
Y así volverá el invierno y en consecuencia, llegaré yo.
Otra vez.

La última vez, la oscuridad reinó por encima de todo.
Pero volverá el invierno, y todo habrá cambiado.

Caí, lloré, grité, me enfadé, hablé, me ilusioné, caí otra vez...
Pero aprendí a levantarme, a secarme las lagrimas, a callarme cuando tenía que hacerlo, a tomarlo todo con otra filosofía, a levantarme de nuevo.
Me encontré. Me critiqué. Me desilusioné. Me conocí. Creé una versión mejorada de mí misma.
Y la intento plasmar en la vida.

Volverá el invierno. Llegarán los hábitos de siempre. Pero esta vez, habrá algo diferente.

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