6/3/14

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Melifluo marinero
atrapado en la tempestad
te dejaste llevar.

En un barco sin provisiones
con un corazón sin tierra
con una vida sin pasiones.
Te dejaste llevar.

Un canto de sirena
de notas desfasadas
de amor embotellado
de amor sonrojado.
Te dejaste llevar.

La tempestad rugía
y el viento susurraba
macabras palabras
que no querías escuchar.
Te dejaste llevar.

Saltaste
fundiendo las lágrimas
con las del mar.

Un canto de sirena que consiguió
salvarte de la tempestad.
Te condenó a las notas
que de sus labios salen
lo sabes,
pero te dio igual.

Te dejaste llevar, marinero.
Te dejaste llevar.

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