3/3/12

Miedo.

La noche furtiva y oscura me atrapa entre sus entrañas, envolviéndome mientras que las estrellas se quedan a ver el espectáculo.  Insegura, pequeña, débil, de repente me convierto en la única habitante de un mundo completamente grande y oscuro. Mi almohada impregnada de sueños rotos, me cobija. La oscuridad queda sellada en cada centímetro, aunque en cada metro cuadrado se esconde una mota de esperanza. La soledad abruma con su paso aquellos sentimientos que no se ven y las poesías se sienten inacabadas. Cada respiración sumerge más y más mi pensamiento, mientras que el silencio lo acuna haciéndolo dormir. El miedo se fue por el surco que hicieron mis lágrimas secas.
La mañana está de vuelta, y con ella el color.

No hay comentarios:

Publicar un comentario